Las complicaciones se pueden dividir en complicaciones mecánicas, metabólicas e infeccionas. Entre las complicaciones de carácter no infeccioso tienen especial relevancia la enfermedad hepatobiliar y la enfermedad mineral ósea. En el caso de la enfermedad hepatobiliar se ha descrito una elevación transitoria de las enzimas hepáticas dentro de las primeras 1-3 semanas dicha elevación puede afectar hasta el 70% de los paciente. En la mayoría de los casos, sobre todo en adultos, las cifras séricas suele normalizarse al cabo de unas semanas, aunque en otros, se puede desarrollar una afección hepática crónica que puede llevar a falla hepática. Dentro de los posibles mecanismos podemos mencionar: exceso de macronutrientes, falta de aporte de nutrientes por el tracto gastrointestinal, déficit de micronutrientes (taurina, carnitina, colina, glutamina), toxicidad por nutrientes (fitoesteroles, manganeso), infecciones frecuentes.
La segunda complicación no infecciosa en importancia es la enfermedad mineral ósea, la cual se caracteriza por una condición de fragilidad esquelética debida a una calidad anormal del hueso. Esta puede ser asintomática o cursar con dolores y/o aparición de fracturas.
Dentro del espectro metabólico se encuentra la hiperglicemia en esquemas de nutrición cíclica, en el caso de cifras por arriba de 250 mg/dl suelen requerir administración exógena de insulina o bien administración de la misma a la bolsa. Del mismo modo se pueden presentar hipoglucemias en el caso de pacientes con esquemas de insulina por tanto es de suma utilidad el manejo del paciente por el equipo multidisciplinario. La hipoglucemia post-infusión se puede prevenir prolongando el periodo de destete o bien administrando hidratos de carbono vía oral en el caso de que el paciente sea candidato.
En el caso de las complicaciones infecciosas se encuentra la sepsis relacionada al catéter la cual se suele producir por el agente patógeno Staphylococcus epidermidis, Staphylococcus aureus o especies de Cándida. Para este caso de complicaciones el manejo suele ser la administración de agentes antimicrobianos o bien la retirada del catéter. Dichas complicaciones puede disminuir de manera considerable mediante un adecuado entrenamiento y concientización del paciente y/o cuidadores. Dentro de las complicaciones mecánicas podemos mencionar la oclusión de catéter y la trombosis venosa central.
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